Cuando el estrés no para

September 28, 2020      |      Posted on Posted in Español
Cuando el estrés no para

Si bien el estrés es una parte normal e incluso saludable de la vida, no todo estrés es igual. El estrés agudo es a corto plazo y desencadena la respuesta del cuerpo al estrés (lucha, huye o bloquea) como mecanismo de supervivencia. Aquí es donde entran en juego esas respuestas fisiológicas y emocionales automáticas, como respiración rápida, sudoración, latidos cardíacos acelerados, tensión muscular o inmovilización, para indicar al cuerpo que se proteja. Una vez que desaparece el factor de estrés agudo, el cuerpo vuelve a la normalidad.

Sin embargo, en el caso del estrés crónico, la respuesta del cuerpo al estrés se acelera y es difícil volver a la relajación y la normalidad. Esta experiencia de angustia persistente puede conducir a problemas de salud física y emocional más graves, como insomnio, problemas digestivos, presión arterial alta, y puede causar ansiedad y depresión.

Realice autocontroles regulares
La conciencia es importante. Tómese el tiempo para sentarse y controlar el estado de ánimo, sentimientos, niveles de energía y patrones de comportamiento. Observe si se han producido cambios en el sueño, hábitos alimentarios y concentración. Reconocer los signos de estrés y las diferentes formas en que el estrés afecta la salud y el bienestar puede ayudarle a crear estrategias específicas de adaptación para sus necesidades.

Practique la conciencia digital
Apagar las notificaciones, cargar teléfonos fuera de la habitación por la noche y apegarse a un límite de tiempo razonable cada día para el uso del teléfono son solo algunas estrategias para ayudar a prevenir la sobrecarga de información, reducir desencadenantes del estrés y darle a la mente el descanso que tanto necesita.

Apéguese a un horario de sueño
Las rutinas consistentes de sueño ayudan a restablecer el reloj biológico y hacen que sea más fácil quedarse dormido. Podría ser beneficioso un ritual nocturno de relajación para ayudar a mejorar la calidad del sueño. Esto puede incluir una mini-meditación, darse un baño, lectura de libros o aromaterapia.

Mantenga la perspectiva
Respirar profundamente, comunicarse con un ser querido, disfrutar de un simple placer, una buena carcajada y practicar la gratitud son pequeñas formas de ayudar a sentirse más fuerte para enfrentar el estrés. La paciencia es difícil, especialmente cuando las cosas se sienten inciertas o fuera de control, pero ayuda a mantener la perspectiva mientras se trabaja en situaciones difíciles.

Si el estrés crónico está afectando su vida diaria, puede ser útil hablar con un médico de salud mental profesional a través de su programa de asistencia a empleados (EAP) proporcionado por ACI Specialty Benefits. Comuníquese llamando al 800.932.0034, escribiendo al correo electrónico info@acispecialtybenefits.com o usando la aplicación móvil myACI Benefits.