Cómo cultivar la verdadera felicidad en el trabajo

Los títulos de puestos populares actualmente como “Director de Felicidad”, “Vicepresidente de Gente y Cultura” e incluso “Gerente de vibraciones” reflejan un enfoque creciente en la felicidad de los empleados y en la creación de un ambiente de trabajo positivo. Estos nuevos títulos de puestos a menudo van de la mano con un énfasis sobre la diversión, a medida que las empresas cortejan a los empleados con mesas de ping pong, cápsulas para la siesta, pausas para hacer surf y días para llevar a su mascota al trabajo.

Por supuesto, se sabe que divertirse en el trabajo lleva a tener empleados más productivos y más felices. Pero la felicidad en el trabajo es algo más profundo que la diversión y los juegos. La verdadera felicidad en el trabajo se basa en la satisfacción en el empleo, y la satisfacción en el empleo proviene de sentirse apreciado, reconocido, implicado y conectado con un propósito compartido. Al igual que cualquier relación sólida, la conexión entre el empleado y el empleador debe estar arraigada en la confianza, el respeto y la apreciación.

Confianza
Los empleados deben sentir que pueden contar con que su empleador es honesto en los momentos buenos y malos. La transparencia adecuada con una comunicación clara sobre la estrategia de negocios, las operaciones y los objetivos ayuda a los empleados a participar de la visión general. La confianza también significa que los empleados pueden contar con que la organización aborda de manera justa áreas que van desde la equidad salarial hasta los ascensos.

Respeto
Toda la gente merece trabajar en un ambiente de respeto. Los empleadores deben dejar claro que no se tolerarán el acoso, la discriminación y el acoso. Además, deben ajustarse a tales sellos distintivos de una cultura respetuosa como escuchar y dar seguimiento a las ideas y sugerencias de los empleados, así como promover una cultura que dé la bienvenida y celebre a personas de diversos orígenes y situaciones vitales.

Apreciación
Los mejores lugares de trabajo tienen programas de reconocimiento formales y en tiempo real, a menudo permitiendo no sólo el reconocimiento del supervisor al empleado, sino también entre iguales. Incluso sin un programa de reconocimientos formal, las demostraciones informales de agradecimiento pueden marcar una gran diferencia. Las afirmaciones con comentarios positivos, dar las gracias públicamente y las pequeñas recompensas, como un café favorito o una salida a comer, pueden contribuir en gran medida a fomentar una cultura de apreciación e implicación de los empleados.

Como pasa con cualquier buena relación, la confianza, el respeto y el aprecio van en ambos sentidos. Los empleados que sienten que se confía en ellos son más propensos a confiar en los empleadores y a apoyar las decisiones y direcciones del liderazgo. Adicionalmente, los empleados que se sienten respetados son más propensos a ayudar a difundir una cultura de respeto a nivel de toda la empresa. Y los empleados que se sienten apreciados son más propensos a apreciar el trabajo de los demás, lo que a su vez ayuda a crear una cultura de propósitos compartidos.

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